jueves, 13 de enero de 2011

Ser de derecha (y de izquierda)

En la política peruana se evita por lo general el definirse públicamente como de derecha; lo mismo podría decirse de definirse como conservador, o de proponer la defensa de valores tradicionales, a diferencia de lo que ocurre en otros países. En nuestro medio, en cuanto a propuestas de derecha, solo un discurso que apela al liberalismo cuenta con cierta legitimidad política. Tanto así que Keiko Fujimori niega ser de derecha y, aún más, Dionisio Romero llega incluso a definirse como alguien de izquierda. Ver al respecto:

Keiko Fujimori: “Decir que soy de Derecha es una mentira” (entrevista de Paul Alonso)
http://paulalonso.wordpress.com/2010/12/28/keiko-fujimori-%E2%80%9Cdecir-que-soy-de-derecha-es-una-mentira%E2%80%9D/

Dionisio Romero: "soy un hombre de centroizquierda"
http://elcomercio.pe/impresa/notas/soy-hombre-centroizquierda/20090405/269214

¿Por qué tenemos esta particularidad en nuestro país? La explicación habría que buscarla en el hecho de que nunca tuvimos un partido de masas de derecha, como en otros países y las razones detrás de esto. Nuestra derecha tendió a ser muy reaccionaria, muy oligárquica, excluyente, racista, y eso se percibe hasta ahora; de allí que los partidos de masas que aparecieron en el Perú (desde el APRA hasta ahora) tuvieron siempre un carácter antioligárquico, "antisistema" diríamos ahora. Como consecuencia, es muy común en nuestro medio pensar que un grupo de derecha no pueda tener un amplio respaldo popular y entre los más pobres. El error que comete tanto K.Fujimori al decir que el fujimorismo no es de derecha porque tiene apoyo popular, como analistas de izquierda que señalan que, porque el voto por Susana Villarán fue proporcionalmente más alto entre los más pobres, se trata de un voto de izquierda.

Me atrevería a decir que al contrario, es bastante común que el voto conservador y de derecha sea más alto entre los más pobres (en zonas rurales), y el voto de izquierda más alto entre las clases medias y en las grandes ciudades. Piensen por ejemplo en el voto conservador y en el de izquierda en Colombia, en el voto del PRD y el voto por el PAN y el PRI en México, o la configuración tradicional del Brasil pre-Lula. En otros contextos, Estados Unidos es un ejemplo elocuente también, con un voto demócrata más fuerte en las grandes ciudades, y el voto republicano más fuerte en las ciudades intermedias y pequeñas en el interior del país. Lo común en todos estos casos es que en contextos alejados de las grandes metrópolis tienen más vigencia valores conservadores, hegemonías de elites tradicionales, vigencia de redes y lealtades clientelísticas.

De esta manera, en el imaginario político nacional el ser de derecha aparece asociado a la defensa de los privilegios de los poderosos en contra del pueblo, o de la justificación de la injusticia. En una entrevista reciente, por ejemplo, Susana Villarán define a la derecha como el sector para el cual las desigualdades son inevitables, mientras que ser de izquierda es luchar contra las desigualdades que se pueden evitar. Siendo las cosas así, es lógico que todos eviten definirse de derecha. Ver:

Una tía diferente. Una entrevista a Susana Villarán por Abelardo Sánchez León y Martín Paredes
http://www.desco.org.pe/apc-aa-files/6172746963756c6f735f5f5f5f5f5f5f/12_Villar_n_180.pdf

El problema con esto es que el debate político se basa en premisas equivocadas. Ser de derecha no implica tener posiciones contrarias a los sectores populares, o no democráticas (del mismo modo que ser de izquierda no implica proponer formas violentas de lucha política o defender regímenes totalitarios). El aspecto práctico de este problema es que limitamos la posibilidad de construir una comunidad política con una derecha democrática preocupada por la exclusión social y nos quedemos con una derecha reaccionaria. Entiendo que esto está en la base de la preocupación de Eduardo Dargent y su reciente discusión con el colectivo Otra mirada. Según este grupo, "los candidatos de la derecha están esforzándose por diferenciarse entre sí, sin embargo, esto resulta imposible dado que defienden y representan casi lo mismo". Por el contrario, Dargent llama la atención sobre la necesidad de hacer distinciones dentro del campo de la derecha, entre posiciones democráticas y no democráticas:

"Y aquí es donde termina lo que creo es un análisis limitado y empieza la irresponsabilidad. Por anteojeras ideológicas anti-mercado o por jalar votos están jugando con fuego. Los mismos analistas que una década atrás criticaban a Fujimori por amañar elecciones y atacar a la oposición, hoy me dicen que su heredera es igual a cualquier candidato de derecha. ¿De verdad les daría igual votar en segunda vuelta por Keiko que por Toledo? ¿La democracia todavía les importa tan poco? No seamos locos".

Ver al respecto:
http://eduardodargent.lamula.pe/2011/01/04/%c2%bfla-misma-derecha/
http://www.otramirada.pe/sobreoferta-derechista

Ver también la réplica de Otra mirada y la contraréplica de Dargent:
http://www.otramirada.pe/cual-democracia
http://eduardodargent.lamula.pe/2011/01/09/respuesta-a-otra-mirada/

Por esto es que resulta muy refrescante que recientemente algunas personas se definan como de derecha proponiendo una mejor definición de en qué consistiría esa opción. Así, Alberto Vergara se ubica a la derecha en tanto liberal, sobre la base de preferir el mercado al Estado como mejor asignador de recursos; segundo, al rescatar su afinidad con una tradición intelectual "antitotalitaria"; finalmente, señala una mayor preocupación por el individuo, sus derechos y las instituciones que los garantizan, antes que por identidades o causas colectivas y sus expresiones políticas. Ver:

http://www.desco.org.pe/apc-aa-files/6172746963756c6f735f5f5f5f5f5f5f/02_Vergara.pdf

Por su lado, Carlos Meléndez dice que se ubica a la derecha a pesar de haber tenido una formación de izquierda, básicamente por su respaldo al modelo económico liberal vigente. Meléndez llama además la atención sobre la importancia del contexto y nuevamente, sobre la particularidad peruana, de allí que afirme que fuera del Perú se sienta de izquierda pero dentro de derecha. Probablemente se refiera a que las izquierdas de otros países (Brasil, Chile, por ejemplo) han asumido claramente políticas económicas de mercado, complementadas con políticas distributivas, siguiendo lineamientos socialdemócratas, mientras que en nuestro país no existe propiamente una propuesta en ese sentido. Los dilemas de Fuerza Social acaso sean expresivos de esta ausencia. Ver:

http://www.noticiasser.pe/26/12/2010/cabildo-abierto/nadie-va-hacer-caso-quien-diga-%E2%80%9Cterminemos-con-el-sistema%E2%80%9D

Me parece muy importante que el debate político en nuestro país parta de mejores bases y evitemos malos entendidos. Como decía, será difícil entendernos si partimos de pensar que ser de derecha es estar a favor de la desigualdad, de privilegios o en contra del pueblo (o que ser de izquierda es favorecer la violencia o Estados totalitarios). Hay muchas maneras de entender la definición de derecha (y por lo tanto de izquierda). Asumamos que el eje derecha - izquierda traza una línea de división (establece un clivaje) muy básica en la cartografía política, donde todos quedamos de un lado o de otro. Partiendo de ese supuesto, ubicaríamos en esa línea a otros clivajes con los que tiene cierta correlación (es una simplificación, ciertamente, pero esa correlación creo que la justifica): liberales - socialistas, conservadores - progresistas, tradicionalistas - modernizadores, religiosos - laicos, etc. Naturalmente quedan fuera otros clivajes, pero dejemos de lado esa discusión por el momento.

¿Qué tendrían en común todos aquellos que están a la derecha del espectro político? En términos conceptuales, y tratando de no sesgar las definiciones en ningún sentido, diría que el núcleo básico de la derecha está en definir la libertad como el valor fundamental, mientras que la izquierda privilegia la igualdad. De este modo, si bien tanto derecha como izquierda quieren construir "buenas sociedades", la primera privilegia como meta la prosperidad, y la segunda la justicia. En cuanto a los medios para llegar a esa meta, las diferencias están en el grado y tipo de intervención estatal necesarios para que las cosas funcionen. Desde la derecha se cree más en una intervención mínima que apunte a establecer una igualdad de oportunidades (énfasis en el punto de partida) para luego dejar que se desarrolle la iniciativa individual; por el contrario, desde la izquierda se piensa que el libre mercado conduce a la concentración de poder y al establecimiento de priviegios, por lo que son necesarias medidas distributivas desde el Estado que limiten el poder de las elites económicas (énfasis en el punto de llegada, los resultados). Desde la derecha se respondería que la intervención estatal genera más problemas que los que se quieren resolver, porque el Estado mismo se convierte en grupo de interés y fuente de corrupción, y desde la izquierda se respondería que renunciar a una acción equilibradora desde el Estado equivale a la defensa de esos privilegios, del statu quo. De un lado se invoca el realismo, del otro la utopía; de un lado se peca de conservadurismo, del otro de voluntarismo.

Espero haber mostrado con esta discusión que ambos puntos de vista son válidos y valiosos. Pienso por tanto que uno debería idealmente definirse de derecha o de izquierda según su temperamento, sensibilidad, valores, expectativas, pero no podría decirse que ser de derecha o de izquierda sea "intrínsecamente" superior a ser lo otro, del mismo modo en que no tiene mucho sentido plantear un debate sobre la superioridad de la libertad sobre la igualdad o viceversa. Esto puede sonar muy filosófico, pero tiene importantes consecuencias prácticas. Reconocer la validez y pertinencia de puntos de vista ajenos es el punto de partida básico para construir una comunidad plural, tolerante, abierta. Y plantear las diferencias sobre esas bases abre la posibilidad también de establecer consensos y visiones comunes en torno a la importancia de la democracia como régimen así como de la necesidad de combatir la exclusión social, y de combate a visiones cavernícolas de derecha como totalitarias de izquierda. En nuestro país necesitamos una derecha competitiva, consecuentemente liberal, del mismo modo en que necesitamos una izquierda competitiva, consecuentemente democrática. De paso, los problemas para construir una derecha liberal podrían ilustrarse con la historia del Movimiento Libertad de Mario Vargas Llosa, recientemente explorados en el libro de José Carlos Requena, Una gran ingenuidad: el Movimiento Libertad 1987-1989 (Lima, Mitin eds., 2010).

Finalmente, un breve comentario personal. Alberto Vergara dice en la entrevista ya citada que parte de su definición de derecha descansa en que "yo no me formé intelectualmente leyendo a Gramsci, Mariátegui o Badiou; más bien, me reconozco con menos dificultad en una tradición donde pondría a Tocqueville, Raymond Aron, Isaiah Berlin, Hayek...". De otro lado dice que "más que el conflicto entre clases, me preocupa el conflicto del individuo contra las distintas colectividades que intentan dominarlo: el Estado, la nación, la iglesia". Pues bien, yo más bien diría lo contrario: soy más sensible ante el conflicto entre los excluídos, discriminados, explotados, y unas élites indolentes o prepotentes. Ese conflicto me parece más pertinente en el Perú, y existe allí un "sustrato clasista". En gran medida esa sensibilidad viene de mi experiencia personal, y se racionalizó con una formación universitaria político-cultural de izquierda. Sólo después leí a (y me dejé convencer por) autores liberales (con tiempo podría animarme a escribir un post sobre los libros que más me impresionaron e influyeron en mi formación, y cómo es posible ser un socialista liberal o un liberal de izquierda, pero eso será en otro momento).

Por estas razones, podría decir que me sigo definiendo de izquierda, ubicado vagamente en una zona "socialdemocráta", por así decirlo. El problema es que a estas alturas siento una distancia cada vez mayor entre los ideales de izquierda, en los que sigo creyendo, y en los izquierdistas de carne y hueso, o entre los ideales y los medios y las prácticas para alcanzarlos. Pero eso sería, nuevamente, materia de otro post.

Imagen:
http://www.informationisbeautiful.net/store/left-vs-right-world-edition/

12 comentarios:

Jose Alejandro Godoy dijo...

Martín:
Esclarecedor artículo.
Sugerencia para un siguiente post: explorar la posibilidad de la existencia de un "centro democrático". Vergara y Dargent entrevistaron a Valentín Paniagua sobre el tema y allí él precisó la existencia de partidos "de centro". Lo digo porque generalmente se piensa que es una categoria "artificial", "un estado de ánimo" o simplemente tibieza.
Saludos.

Rodrigo dijo...

Martín:

Creo que las líneas finales de tu post son las que están motivando recientemente estas reflexiones en muchos de nosotros. A veces me siento absurdo sintiendome parte de una izquierda que no existe en el país, y discrepando con todo cuanto escribe o señala la izquierda de carne y hueso que tenemos. Como que cada vez es más dificil quedarse en este lado de la cancha...

Interesante que muchos estemos en este tema... un efecto colateral de la opción por Ollanta tomada por la izquierda peruana?

Buen post.

Rodrigo

Rafael Euribe dijo...

En USA hay una convergencia entre ciertos conservadores y progresistas. Meses atras Napolitano fue entrevistado por Nader en BookTV, y ayer Napolitano le devolvio la cortesia:
http://www.youtube.com/watch?v=BE4-nmR3fiM&

Eduardo Villanueva Mansilla dijo...

Martín, en realidad lo que postulas se parece un montón a lo que Giddens llamó en algún momento "centro radical", en su época de ideólogo de la Tercera Vía. La idea no era mala, lo que la arruinó fue la manera como New Labour y en especial Tony Blair la implementaron. Incluso este "centro radical" fue un reivindicación tenue de alguna gente en el entorno de Bill Clinton, que proponía incorporar elementos de mercado a los programas sociales, consideraciones individuales en la asignación de recursos de seguridad social, pero una agresiva (para estándares EEUU) asignación de fondos para programas sociales y de igualdad.

Personalmente el mercado no me vuelve loco y su capacidad de asignación de recursos no es tan eficiente para el largo plazo; solo un estado fuerte (que es una idea bien poco liberal) puede contenerlo.

Anónimo dijo...

Algunas cuestiones,
¿por qué la inmensa mayoría de artistas, escritores y ensayistas del siglo XX, se han declarado de izquierdas, aún cuando luego fueran perseguidos por dictaduras comunistas totalitarias? ¿Entre esos artistas quedó abolida la idea de individuo? Me parece que no. Sino invito a Alberto y a Martín a que se den una vuelta por el excelente libro de Peter Gay "Modernism: The Lure of Heresy - From Baudelaire to Beckett and Beyond."
Por ejemplo, en Kafka se nota en sus escritos un claro tinte antiautoritario de inspiración libertaria (y de izquierda). O en ese otro autor colosal de la cultura de izquierda como es Walter Benjamin.
En todo caso, sería interesante que se precise mejor esta idea de que la izquierda ha denostdo de manera "natural" al individuo, y no confundirla exclusivamente con los regímenes comunistas totalitarios.
Discusión que da para más, pero con mayor presición y menos generalidades (y estereotipos)
Saludos

Martín Tanaka dijo...

Gracias por los comentarios. Respondo con un comentario general. La manera de presentar las diferencias entre izquierda y derecha que propongo es por supuesto conceptual y muy civilizada. En la vida real, en contextos de ideologización y polarización social y política, las oposiciones se extreman, los matices se pierden y el centro se debilita. En otros momentos, son los extremos los que se debilitan y el centro se fortalece.

Digamos que después de la segunda guerra mundial y hasta la década de los setenta, se vivió en los países occidentales una suerte de consenso socialdemócrata, con centros fuertes y extremos débiles. Eso cambió con la aplicación de políticas conservadoras y neoliberales en los setenta y ochenta. La tercera vía fue un intento de resucitar el camino socialdemócrata que no cuajó.

En nuestro medio, los ochenta fueron muy polarizados; en los noventa hubo una hegemonía unilateral de derecha. Solo en la coyuntura 2000-2002 podría decirse que discursos de centro se fortalecieron, en 2006 nuevamente se impuso una suerte de discurso polarizado. Durante García me parece que también.

Al anónimo: en ningún momento he planteado que "la izquierda ha denostdo de manera 'natural' al individuo". Digo que privilegia la igualdad sobre la libertad, que es muy distinto. Todos los izquierdistas valoran la libertad, por supuesto, pero en el límite, pueden tolerar restricciones en nombre de la continuidad de los procesos revolucionarios. Pensemos en los debates sobre los regímenes cubano y soviético, por ejemplo.

Finalmente, no me parece para nada evidente que "la inmensa mayoría de artistas, escritores y ensayistas del siglo XX, se han declarado de izquierdas". Hay muchos por supuesto, pero muchos también liberales, conservadores y demás.

Anónimo dijo...

Reproduzco unas frases sobre la izquierda de un articulo de Jorge Edwards :
".....pero esta tendencia a creerse dueños del llamado progresismo, a arroparse contentos y felices en las banderas del pensamiento políticamente correcto, es un vicio ideológico, una tara del siglo XX que todavía entre nosotros no desaparece del todo
Como podemos advertir , la palabra "izquierda" se ha transformado en una palabra mágica, una especie de escudo moral y mental"....

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Tanaka:

1. Válido el post y los comentarios, pero no hay que olvidar la historia, que es la que orienta y coloca a las ideologías en pedestales o en tachos de basura.

2. Desde fines del siglo XX, con la caída del estatismo soviético, se ha establecido el monopolio de la derecha en el mundo, a lo que se llama "el pensamiento único". Este es un entrampamiento del que hasta ahora ningún pensador occidental ha logrado salir. La idea de "una tercera vía" quedó desechada desde el comienzo porque resultaba lo mismo, solo que maquillado.

3. Vivimos hoy en una fase imperial, donde Estados Unidos es hegemónico e impone un modelo exclusivo. Cualquier otro, hasta el momento, no ha tenido mayor fortuna, y salvo el Capitalismo, el resto es ilusión. La tendencia denominada como "izquierda", al no tener un referente ideológico o filosófico, ha devenido es ser una postura, un reclamo, un deseo o algo así, mas no un planteamiento u opción alternativa.

4. Por eso hoy toda la izquierda se califica "de centro" o "responsable" porque ya no pide el cambio de modelo (la caída del Capitalismo o la Sociedad de Mercado) sino apenas un tratamiento "más humano o social", que busca paliativos como "la disminución de la pobreza o el cuidado del medio ambiente", en vista que pedir justicia (como era antes) resulta ser subversivo, y hoy ese concepto ha sido transformado en "terrorismo", de modo que intentar una toma del poder para cambiar el sistema resulta un simple y puro acto de terrorismo.

Muchas gracias.

Juan Carlos Navarrete dijo...

Martín , muy interesante tu post para encontrar las diferencias entre Izquierda y Derecha en el Perú.Muchas veces me pregunto por qué es tan difícil promover la Libertad como motor del desarrollo y a la vez promover la igualdad en el Perú mediante medidas distributivas.Es que estos conceptos son como el agua y el aceite? La muchas veces incoherente, anárquica y patética política Peruana, parece ser Martín , mas que un combinado o mejor dicho para estar a la moda un frío sancochado de oportunistas para los cuales conceptos como Derecha e Izquierda no significan absolutamente nada.

Jhonatan Mondragon dijo...

Yo no se si vale repetir lo ke piensa gente sin educacion de maestria en economia y negocios, senor tanaka. Su investigacion empirica tiene tanta validez como preguntar a los pobres e ignorantes la razon x austeridad fiscal. Lejos de eso, usted parece gustarle ese debate nocientifico y tonto, sabiendo ke al final los centros de formulacion de politicas no son ahi, y los ke hacen el cambio muchas veces son ONGs muy informadas, al menos en su tema. Yo no se kien sera el loco de Alberto Vergara, pero aunke yo me considere un austero, creyente en un estado eficaz y fuertes politicas de propiedad, las razones no son por haber leido a viejos muertos que vivieron un mundo muy diferente al de ahora, ke no considera un paises con gastos por vejez 10 veces mas grandes ke las crisis financiera, un mundo frente al cambio climatico, una China antipatica ke no aprecia su moneda, y una ingobernabildiad mundial. En una investigacion del IMF: Inequality, Leverage and Crises, la crisis financieras debio suceder mucho antes porque la perdida de income de los pobres haria una crisis, y el mercado lo corregiria mediante la crisis, http://www.imf.org/external/pubs/ft/wp/2010/wp10268.pdf pero no fue asi por los flujos de capitales chinos. El capitalismo fundado en el consumo,no puede vivir en un pais desigual. No es cuestion de deseos ni de filosofias ni de ideologias, es cuestion de politicas correctas

Anónimo dijo...

Martín, me ha gustado tu artículo y lo he posteado en mi FB. Particularmente no creo en las etiquetas de izquierda y derecha, pienso que en nuestro medio muchos se la autocolocan sin saber realmente lo que significan. Pienso que tu conclusión final es falaz, no creo que seas de izquierda:). Saludos, Lorena Borgo

Anónimo dijo...

El mejor profesor del Perú... te amamos Martin